Estamos aquí porque elegimos estar aquí. Elegimos explorar lo que somos porque no hay más qué explorar. La Vida que somos se torna hacia sí misma y penetra, inyecta su atención hacia sus componentes, y encuentra y entiende sus distintas cualidades, las formas en las que se manifiestan, sus naturalezas, y las interrelaciones entre sus partes constituyentes. Y encuentra en cada una de sus partes a ella misma, Vida, el núcleo original, sustancial, que fluye y aviva cada forma, y del cual cada una de ellas brota, surge, explora y experimenta - el motivo esencial de todo movimiento y cualidad.
Y dentro de cada forma y cualidad, así avivadas, la conciencia surge buscando también entender, y explora su mundo y sus circunstancias, sus otros reflejos y manifestaciones, para eventualmente realizar que hay una sola Vida que sustancia y compenetra todo su mundo. Y entonces se torna también hacia sí misma y penetra, continuando la búsqueda interior fractal, aparentemente interminable, en su deseo de conocerse, abarcarse, y expresarse con toda plenitud.
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